lunes, 11 de octubre de 2010

GOODENOUGH

TEST DEL DIBUJO DE LA FIGURA HUMANA DE GOODENOUGH - HARRIS

Categoría:Pruebas gráficas proyectiva
Objetivo:Medida de la madurez intelectual, evaluación de aspectos generales de personalidad, apreciación de las aptitudes generales en relación con el área intelectual
Aplicación: Individual y grupal
Tiempo:Sin tiempo límite, aprox. 15 minutos
Edad: Desde los 3 años a los 15 años
Material: Manual para la interpretación- hoja de papel en blanco- lápiz y goma de borrar, 24 tarjetas de referencia para tabulación
Ámbitos: Clínico - Educacional - Investigación

Los antecedentes de esta prueba se remontan al año 1926, cuando Florence Goodenough, propuso mediante la realización de un dibujo de la figura humana, la medición del coeficiente intelectual del niño.

La idea matriz de Goodenough es que la progresión en el desarrollo de nuestras capacidades cognitivas, y por ende la completitud y complejidad de las elaboraciones, se podría apreciar mediante el seguimiento del nivel de detalles que el niño muestra en la realización de sus dibujos.

No es posible dibujar aquello que no está conceptualizado. Respecto al motivo de la autora para la elección de la figura humana, dicha razón radicaría en el hecho de que es una reproducción presente en todas las culturas y en todas las edades.

Originalmente la prueba consistía en pedir al niño que dibujara una figura humana libremente, sin sugerencias de sexo o edad y con la aclaración de que no se perseguía un criterio artístico al respecto. Posterior a la tarea, el evaluador procedía al análisis de la figura. Según Goodenough, al medir el valor de un dibujo se mide el valor de las funciones de:

  • Asociación,
  • Observación analítica,
  • Discriminación,
  • Memoria de detalles,
  • Sentido espacial,
  • Juicio de abstracción,
  • Coordinación visomotora y
  • Adaptabilidad.
El lineamiento base para tal análisis respondía a la consideración de los siguientes criterios:

1) Cantidad de detalles (cabeza, brazos, pelo, orejas, etc.),
2) Proporcionalidad (largo-ancho del tronco, tamaño de cabeza),
3) Bidimensionalidad,
4) Transparencia (en los órganos, del cuerpo vestido),
5) Plasticidad o rigidez (pulgar en oposición, articulaciones),
6) Coordinación de los trazos (unión de líneas, seguridad),
7) Capacidad para dibujar de perfil,
8) Congruencia (ubicación, armonía, vestimenta).

Estos criterios eran agrupados en 51 ítems específicos que proporcionaban un puntaje, el que a su vez se transformaba en edad mental y por ecuación, en un CI índice.

El procedimiento actual ha quedado compuesto por tres aspectos:

1) Valoración cuantitativa: Consiste en sumar los aciertos del dibujo y sumarlos para la obtención del puntaje bruto, luego se lleva el puntaje a comparación con la tabla de conversión que proporciona la edad mental del niño, dicha edad mental se divide por la edad cronológica y se obtiene así el C. I. del menor;

2) Valoración cualitativa, consistente fundamentalmente en efectuar una comparación de los aspectos logrados y los esperados para el nivel de desarrollo del sujeto y ubicarlo en un nivel de desarrollo;

3) Valoración de los indicadores emocionales.

Este procedimiento ha continuado hasta la actualidad, siendo enriquecido con los aportes de diversos autores y teóricos del desarrollo infantil, entre los que podemos destacar los trabajos de K. Machover o E. Koppitz.

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